TESTIMONIO DE EXPERIENCIA TCI. ANTONIA ESTEBAN. PSICÓLOGA CLÍNICA.
Cuando un hijo fallece es el sentimiento más desgarrador que puede sufrir un ser humano, no solo es antinatura sino que da fin al fruto de un acto de amor incondicional, a un proyecto de vida, de familia, de ilusiones truncadas… es un hachazo que te destruye como persona, como madre, como ser.
No terminaba de convencerme de que mi hijo hubiera desaparecido y mi corazón e intuición me decián que seguia vivo
a mi lado, y la experiencia me lo confirmó irrefutablemente, recibí un mensaje de mi hijo tras la sesión de TCI, fue una experiencia increible y única, vivida en el experimento Isabela.