TESTIMONIO DE MARÍA JOSÉ, PROGRAMA DE AYUDA AL DUELO GRATUITO DE LA SCIC.
Buenas tardes,
Mi nombre es María José́. En febrero de 2021, mi marido trascendió́. Fue el covid, este virus que dejó a tantas familias destrozadas.
Así́, en una semana, mi alma gemela dejó de existir en este plano. Sin avisar, de forma sibilina cambió mi vida y todo el sentido de la misma.
Éramos y somos almas gemelas. Desde los 16 años juntos y enamorados. Creamos, no dependencia, sino compatibilidad y compenetración. De tal forma que no podíamos dar un paso el uno sin el otro.
Siempre me repetía que su misión en la vida era hacerme feliz.
Y así́, sin previo aviso, sin poder despedirnos, de un día para otro, me quedé sin mí ángel.
No sabía vivir sin él, no sabía salir a la calle sin él, no sabía cómo iba a enfrentar mi vida si no estaba a mi lado. Y así́, comenzó́ mi duelo.
Busqué ayuda profesional tratando de salir a Flote, por mis hijos, que aunque viven lejos, estaban sufriendo por la pérdida del gran apoyo que representaba su padre. Siempre implicado y volcado para solventar cualquier adversidad en sus vidas.
La casa se inundaba de su optimismo, de su alegría, de su bondad, de su «todo va a ir bien».
Me habían arrancado la mitad de mi vida, solo quería dejarme llevar y esperar que pasarán los días para morir.
Nada tenía sentido. De repente una vida plena, feliz, se vino abajo, se derrumbaron los pilares que la sostenían.
Esperaba, desesperadamente, poder verlo. Lo buscaba hasta caer agotada y ahogada en llanto.
A veces, de impotencia y rabia, golpeaba con mis puños los muros de las paredes hasta hacerme sangre en los nudillos.
Y un día, sin esperarlo, encontré́ un libro: «La prueba del Alma», de Nacho Blasco.
A través de él, logré contactar con personas tan maravillosas como la Doctora María José́ Cardoso.
Hasta ahora, ninguna terapia de otros especialistas, me habían funcionado. Yo la teoría ya me la sabía: «tienes que» » debes hacer» «No puedes seguir así» «ya es tiempo de»…
Pero no sabían decirme como. ¿Como hago para poder vivir sin el amor de mi vida?
Muchas han sido las conversaciones telefónicas que he mantenido con la Doctora María José́ Cardoso, ella con su voz y consejos ha ido despertando en mí la comprensión no del porqué, sino el para qué.
Gracias a Nacho, a María José́ y otros profesionales, logré entrar en un grupo de duelo al que me une la pérdida de un ser querido.
Es un grupo en el que puedes sentirte libre para liberar tus emociones, para transmitir como vamos llevando nuestro proceso, para compartir experiencias y aprendizajes.
Desde el más absoluto respeto y confidencialidad, compartimos nuestro dolor y también aportamos nuestro granito de arena para poder salir adelante.
En el grupo hay mucho dolor, pero también mucha valentía para sostenernos unos a otros y no permitir que nos hundamos.
Gracias a este grupo voy comprendiendo que el verdadero sentido de la vida es el amor y el aprendizaje.
Mi más sincero agradecimiento a Toñi, magnifica terapeuta, que guía mis pasos y me acompaña en este proceso.
Gracias a Ángel, Gabi, Eugenia… y a todos los grandes profesionales que estáis ahí́, leyendo o escuchando nuestro dolor.
Ellos guían nuestros pasos.
Y todo lo hacen porque sí, por altruismo, porque son Almas caritativas y bondadosos dispuestas a ofrecernos lo mejor de sí́ mismos.
Gracias a las charlas que organizan he ido conociendo a los integrantes de este maravilloso grupo.
Cada día me siento más integrada y con la suficiente confianza para expresar qué y como me siento.
No es un camino fácil, aún me queda mucho por recorrer. He perdido al amor de mi vida. ¿cómo voy a sentirme bien?.
Pero gracias a este equipo voy aligerando el peso de mi mochila, soltando sentimientos de culpa, de sufrimiento, de desgarro y abatimiento. Voy comprendiendo que tengo que continuar mi camino para llegar a superarme cada día y evolucionar como persona y como Alma.
Desde aquí́, agradezco a mi marido porque si bien me quejo de que no recibo señales, es el quien os ha puesto en mi camino y me ha presentado a estas magnificas personas.
Gracias infinitas por vuestra labor y dejarme ser partícipe de ese grupo de ayuda al duelo.
Un fuerte abrazo.
Mi más sincera enhorabuena.
María José